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José Martell, un buzo experimentado de Corral, Región de Los Ríos, encontró un choro gigante de 816 gramos y 32 centímetros durante un estudio de buceo en la bahía de Corral.

Martell explicó que inicialmente pensó que se trataba de un caparazón vacío, pero luego se dio cuenta de que era un molusco vivo cuando lo retiró de una grieta. Guardó la coraza del choro para que los biólogos del estudio pudieran determinar la edad de la especie.

“ESTABA EXQUISITO…”

En este contexto, Martell decidió cocinar y comer el choro, describiendo que "de sabor, estaba exquisito y todos comieron en casa. Piense que fue como comprar un kilo de marisco", dijo a Diario Grupo Sur.

Asimismo, en sus tres décadas de experiencia, Martell contó que nunca había visto un choro de ese tamaño, ya que normalmente alcanzan solo unos 10 centímetros. 

"Colegas adultos mayores dicen que había mariscos de tamaño gigante en su época, cuando aún no era masiva la práctica de recolección. Por eso le decían choro zapato, el nombre viene por el tamaño gigante y su comparación con un zapato. Le hablo de 40 o 50 años atrás", manifestó el buzo.